El espíritu
del camino, la experiencia reconfortante, la solidaridad, la confraternización,
el compañerismo, los valores renovados, las bellas anécdotas del "camiño",
la naturaleza, la buena gente al pasar, la depuración del alma, las promesas,
el esfuerzo, las dificultades, el sacrificio, a veces gotas de dolor. Y al
final… la inmensa satisfacción del objetivo alcanzado: “a praza do Obradoiro”,
“o Xacobeo”, “La Compostelana”. Santiago, ….mi Santiago de Compostela
(creía que los santiagueses obteníamos dispensa al nacer y nunca me lo había
planteado).
Hoy
descubrí al fin, todos los sentimientos del peregrino. El por qué de esa
abnegación. A la altura de Fonseca, y sin conciencia por debajo de mis
tobillos, se me encogió el corazón. Y entonces lo entendí todo.
28 de Mayo
ResponderEliminarHoy y solo hoy era el día preciso para este escrito, pluma de alma y corazón ,tinta de sudor y lágrimas .